miércoles, 12 de octubre de 2011

El caracol que no avanza

Somos como un caracol que no avanza.
Me refiero al ser humano en general, no a nosotras en particular. Desde que nací he asistido a la declaración de guerras, a la continuación de otras cuyo comienzo se pierde en el tiempo, al abandono de animales en vacaciones, a las declaraciones de amor vacías, a la constitución de una hipoteca (sí, yo también caí), a la ilusión de manejar tu futuro sólo porque depositas un trozo de papel metido en un sobre dentro de una ridícula caja de plástico con una abertura tapada con otro sobre y asín sucesivamente. ¿Cuánto tiempo hace falta para que la evolución humana esté completa? Yo os invito a pensar un poco en esto y plasmar vuestras impresiones para ayudarme a comprender por qué cada día, a pesar de todo, sigo creyendo en el género humano.
Contadme vuestras impresiones, vuestros quehaceres, vuestras inquietudes, los deseos para el 1 de enero que, entre lágrimas, juras y perjuras: "de este año no pasa". Quiero saber cómo habéis dejado de fumar, qué amigo os engañó para que le acompañarais a la Asociación Protectora y ahora vivís con dieciocho gatos, catorce perros y una iguana. Y quiero que escriban ellos, sobre todo la iguana; será importante conocer el punto de vista de alguien que viene de tan lejos.

Y recordad que no importa lo que digáis, siempre que sean verdades a medias...

Bienvenidos todos; el espectáculo va a comenzar.





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